El concepto de la nueva torre residencial de Perkins+Will en Nueva York se ha revelado finalmente. La torre de 213 metros de alto, que ya recibió el premio "Future Projects Award" en MIPIM, se compone de un extenso muro cortina en ángulo, incluyendo cinco jardines elevados colectivos, que se abren al cielo de la ciudad.
Más sobre el rascacielos de 65 pisos y 13.900 m2, después del salto.
"La idea es crear un nuevo tipo de ecosistema en vertical; nuevas relaciones sociales al interior de la torre", dice Scott Allen, arquitecto y diseñador asociado de Perkins+Will.
"En lugar de entregar a los residentes balcones pequeños, casi inutilizables, podrán disfrutar de grandes terrazas comunitarias".
Estos espacios compartidos -fácilmente accesibles- van desde salas de eventos y cocinas colectivas hasta salones de yoga, jardines, gimnasios, cine al aire libre, observatorio y una piscina en la azotea.
"La estructura y la organización de la torre son igualmente innovadoras. Levantado sobre una placa de suelo completamente flexible y adaptable, todo el sistema estructural se desplaza hacia el perímetro, sumándose a un núcleo de hormigón. Esta estructura híbrida de acero y hormigón le entrega flexibilidad al diseño de las unidades habitacionales, y reduce el espesor total del núcleo de ascensores en aproximadamente un 50 por ciento", agrega Robert Goodwin, FAIA, director de diseño de Perkins+Will’s.
Aunque el proyecto se encuentra todavía en etapa de diseño, se espera que su construcción se complete durante el segundo semestre de 2017.
